Hoy la Iglesia festeja a
dos de sus grandes doctores de Oriente: San Basilio y San Gregorio Nacianceno,
que junto a San Gregorio de Nisa, hermano de Basilio, forman el egregio trío de
los grandes Padres de Capadocia. Con su vida santa y su poderosa inteligencia,
defendieron con heroísmo la fe de la Iglesia hasta detener el avance y la
difusión de la herejía arriana.
Con análoga santidad y pasión por la verdad, y
en tiempos de dura prueba para la Iglesia, San Josemaría Escrivá nos alienta a
dirigir la mirada a estos grandes maestros de la fe, para que sostenidos por su ejemplo y su intercesión, llevemos a cabo
igual combate contra las nuevas formas con que hoy se visten los viejos errores
de siempre.
“Pensad, hijos, en los
Santos Padres y en los grandes Santos Doctores. Todos han puesto su vida al
servicio de la verdad del dogma y de la moral de Cristo: la han protegido, la
han defendido de los ataques heréticos, la han difundido, la han practicado,
aun a costa de sacrificios personales y persecuciones, sin miedo a llamar a los
herejes por su nombre. Hay que apoyarse en la intercesión de estos celosos
baluartes y conocer bien su enseñanza y sus ejemplos, para ayudar a desterrar
de la Iglesia la visión que lleva a claudicar ante cualquier cosa, o a disolver
el mensaje de Jesucristo en un humanitarismo adornado de preocupaciones
sociales”. (San
Josemaría Escrivá, Carta 14 de febrero de
1974, n° 27)
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