jueves, 27 de junio de 2019

BUSCARÉ SEÑOR TU ROSTRO

Rostro de Cristo. Detalle de un Ecce Homo de Murillo

Recojo una breve consideración del Cardenal Newman sobre el semblante del Señor como único bien capaz de colmar los anhelos del corazón humano. Hay en ella cierta reminiscencia de aquel luminoso y esperanzador versículo del salmo: «Y al despertar me saciaré de tu semblante» (Sal 16, 15).

«Mi Señor, no conozco aquí abajo nada que dure, nada que satisfaga. Los placeres llegan y se van; apago mi sed y estoy sediento otra vez. Pero los santos en el cielo tienen siempre su mirada fija en ti, y beben en la eterna bendición de tu amado, benévolo, sumamente tremendo y glorioso semblante» (Beato John H. Newman). 

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