Duccio, La traición de
Judas. Foto Wikipedia
«P
|
ero
mira, Judas, ya que estás dispuesto a vender a tu Dios, pide al menos el precio
de su valor: es un bien infinito; su precio, por consiguiente, debe ser infinito. Pero tú
¿cierras la venta en treinta monedas de plata? (Mt 26, 5). Alma mía infortunada, olvídate por un momento de Judas y
piensa en ti misma: dime, ¿a qué precio has vendido tantas veces al demonio la
gracia de Dios?» (San Alfonso María
de Ligorio, Meditaciones sobre la Pasión
de Jesucristo, Madrid 1977, p.130).
No hay comentarios:
Publicar un comentario