martes, 20 de marzo de 2018

LA MISA TRIDENTINA, UN CATECISMO PARA NUESTROS DÍAS



El 17 de febrero de 2018, don Roberto Spataro, secretario de la Pontificia Academia Latinitas, ha impartido una interesante conferencia en Vicenza, Italia, sobre la misa tridentina como verdadero catecismo para nuestros días.
El orador ha señalado que, frente al generalizado analfabetismo religioso, la misa tridentina refuerza la nueva evangelización, en cuanto supone una poderosa ayuda ante la falta de formación de los fieles.
La misa en latín es el lugar donde la pureza de la fe se preserva del todo y se transforma místicamente en un acto de alabanza y súplica a Dios.
La fe permanece así «blindada» en gestos venerables, en palabras que han brotado de la sabiduría de los Padres y Doctores de la Iglesia.
El marco catequético adecuado –dijo Don Spataro– es la atmósfera litúrgica que transmite una visión global del hombre y de Dios, del hombre delante de Dios.
De hecho, la adoración, expresada frecuentemente en la misa tridentina por medio de la genuflexión, es la actitud más apropiada con la que el hombre reconoce el misterio de Dios.
Finalmente, si esta forma de misa es una enseñanza catequética que fortalece la fe, la oración y la vida, también es importante su metodología para que los contenidos enseñados sean bien comprendidos y acogidos.
Y la misa tridentina tiene su propia metodología catequética: el silencio y las imágenes.
Sin silencio, no es posible escuchar a Dios.
El aprendizaje viene también fomentado por las imágenes sagradas, los colores, los ornamentos, las ceremonias, a las que se añaden la música y el canto sagrado, otro medio a través del cual las verdades de la fe pueden ser saboreadas y mejor percibidas por las potencias interiores del alma.


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