La
Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, por deseo
expreso del Papa Francisco, ha elevado la memoria de santa María Magdalena a la
categoría de fiesta en el Calendario Romano General que se celebra el 22 de julio. En la misa y en
el oficio divino que se celebrarán a partir de ahora dicho día, se utilizarán
los textos habituales utilizados en el Misal Romano y en la Liturgia de las
Horas, pero la celebración de la Misa contará con un prefacio propio titulado
de apostolorum apostola (Apóstol de
los apóstoles), que reproducimos a continuación:
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
En
verdad es justo y necesario,
es
nuestro deber y salvación,
aclamarte
siempre,
Padre
todopoderoso,
de
quien la misericordia
no
es menor que el poder,
por
Cristo, Señor nuestro.
El
cual se apareció visiblemente en el huerto
a
María Magdalena,
pues
ella lo había amado en vida,
lo
había visto morir en la cruz,
lo
buscaba yacente en el sepulcro,
y
fue la primera en adorarlo
resucitado
de entre los muertos;
y
él la honró ante los apóstoles
con
el oficio del apostolado
para
que la buena noticia de la vida nueva
llegase
hasta los confines del mundo.
Por
eso, Señor,
nosotros,
llenos de alegría,
te
aclamamos con los ángeles y con todos los santos, diciendo:
Santo,
Santo, Santo…
Fuente: www.conferenciaepiscopal.es
Texto
oficial latino:
Vere dignum et iustum
est,
æquum
et salutáre,
nos
te, Pater omnípotens,
cuius non minor est
misericórdia quam potéstas,
in ómnibus prædicáre
per Christum Dóminum
nostrum.
Qui in hortu maniféstus
appáruit Maríæ Magdalénæ,
quippe quae eum
diléxerat vivéntem,
in cruce víderat
moriéntem,
quæsíerat in sepúlcro
iacéntem,
ac
prima adoráverat a mórtuis resurgéntem,
et eam apostolátus
offício coram apóstolis honorávit
ut bonum novæ vitæ
núntium
ad mundi fines
perveníret.
Unde et nos, Dómine, cum
Angelis et Sanctis univérsis
tibi confitémur, in
exsultatióne dicéntes:
Sanctus, Sanctus,
Sanctus Dóminus Deus Sábaoth…
Fuente: press.vatican.vac
Fray
Luis de Granada hace notar con delicada expresión el privilegio de la Magdalena
como primer testigo de la resurrección de Jesús, después de la Madre de Jesús: «Y
mira bien que después de la Madre a aquella primero apareció, que más amó, más
perseveró, más lloró y más solícitamente le buscó; para que así tengas por
cierto que hallarás a Dios si con estas mismas lágrimas y diligencias le
buscares». (Vida de Cristo, Madrid 1990, p.153)
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