miércoles, 21 de febrero de 2024

EL HOMBRE, DISEÑO Y PROPIEDAD DE DIOS

Imagen: wikipedia.org

Se ha dicho que los derechos de Dios son el verdadero y único fundamento de los derechos del hombre. En un horizonte similar se mueven las siguientes palabras del Cardenal Ratzinger (Benedicto XVI) sobre la inviolable dignidad del hombre como creatura hecha a imagen y semejanza del Creador.


«quien maltrata al hombre atenta contra la propiedad de Dios»

«El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios (cfr. Génesis 1, 26 y ss.). En él se tocan el cielo y la tierra. Con el hombre, Dios se incorpora a su creación. El hombre es creación directa de Dios: es llamado por Él. La palabra de Dios del Antiguo Testamento vale para cada hombre en particular: “Yo te he llamado por tu nombre, tú eres mío”. Cada hombre es conocido y amado por Dios, querido por Él, pues todos son imagen suya. La más grande y profunda unidad del género humano reside en que todos nosotros –cada hombre– realiza el plan único de Dios, tiene su origen en la idea creadora de Dios. En este sentido dice la Biblia que quien maltrata al hombre atenta contra la propiedad de Dios (Génesis 9, 5). La vida se halla bajo la especial protección de Dios, porque cada hombre, pobre o encumbrado en las alturas, enfermo y afligido, inútil o valioso, nacido o no nacido, incurablemente enfermo o rebosante de vida, lleva en sí el aliento divino, es imagen de Dios. Ése es el fundamento más profundo de la inviolabilidad de la dignidad humana, sobre el que, por lo demás, descansa en última instancia toda civilización. Cuando el hombre deja de ser estimado como ser que se halla bajo la protección de Dios, que lleva en sí el aliento divino, empieza a ser considerado por su utilidad. En ese momento aparece la barbarie que pisotea la dignidad del hombre. Y, a la inversa: cuando el hombre es reconocido como imagen de Dios, se manifiesta de modo patente el rango de lo espiritual y lo moral». (Joseph Card. Ratzinger, Cooperadores de la verdad, Madrid 1991, p. 67-68.).


 

jueves, 15 de febrero de 2024

LOS SANTOS DEL CANON ROMANO

Pensando en ese conjunto de santos que desde antiguo son nombrados en el Canon Romano, León Bloy apuntó en uno de sus diarios: 

«Mientras esperaba la hora de la misa, he estado pensando en San Juan y San Pablo, cuyo día es hoy. Multæ tribulationes justorum... Amo a esos mártires, extrañamente privilegiados y tan pocos, a quienes todas las mañanas, en el Sacrificio, se les nombra en el mundo entero. Son exactamente treinta y nueve. ¿Estos personajes extraordinarios no deberían ser invocados como los próceres de una jerarquía superior?».

La mención devota de estos santos por sus propios nombres nos dice que la Iglesia es una familia de vínculos sobrenaturales que va más allá del espacio y el tiempo. Este puñado de hombres y mujeres especialmente venerados por la iglesia de Roma, selecta representación de cuantos siguieron a Cristo en los primeros tiempos hasta el derramamiento de su sangre por Él, nos recuerda que no estamos solos, que contamos con la ayuda de una multitud de intercesores que nos aguarda en la Patria celestial. 


 

viernes, 2 de febrero de 2024

EN LOS BRAZOS DE MARÍA

La Purificación de Luis de Vargas. 
Imagen: wikipedia.org

De sus reflexiones en torno el misterio de la Purificación de la Virgen, recojo esta breve consideración de San Alfonso María de Ligorio sobre María como camino seguro para encontrar a Jesús.

«Dios había prometido a San Simeón que no había de morir antes de ver al Mesías: El Espíritu Santo le había revelado -dice San Lucas- que no había de morir antes de ver al Ungido del Señor (Lc 2, 26). Pero esta gracia la alcanzó solo por medio de María, porque solo en sus brazos halló al Salvador. Por consiguiente, el que quiera hallar a Jesús, debe buscarlo por medio de María. Acudamos a esta divina Madre, y acudamos con gran confianza, si deseamos hallar a Jesús». (San Alfonso María de Ligorio, Las Glorias de María, Madrid 1977, p. 435).