El
10 de abril de 2016 se cumplió medio siglo de la muerte del famoso escritor inglés Evelyn
Waugh. En un sencillo e interesante artículo aparecido en la página de Catholic Herald, C.
Bowskill ha querido recordar un aspecto importante en la vida de Waugh y que
marcó dolorosamente sus últimos años: el combate -siempre respetuoso- por preservar el rito antiguo
de la Misa y su fuerte oposición a la introducción de la lengua vernácula en
Inglaterra.
Ser
conscientes del dolor que padecieron tantos fieles católicos frente a la tan
defectuosa implementación de la reforma litúrgica, me parece importante para
captar un aspecto poco valorado del motu proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI: su condición de acto de
justicia y reparación.
La batalla
olvidada de Evelyn Waugh por conservar la Misa latina
por Clare Bowskill
Viernes, 8 de Julio de 2016
Considerado
uno de los más grandes novelistas de Gran Bretaña, y reputado ampliamente como
uno de los católicos prominentes de su tiempo, Evelyn Waugh, autor de Retorno a
Brideshead, cumple ahora 50 años de su muerte.
Pese
a que será recordado por sus grandes obras de ficción, muchos católicos no
están familiarizados con su vinculación a la Misa en Latín y con los orígenes
de la asociación Latin Mass Society (LMS).
En la década de los años 60, Waugh tenía graves preocupaciones en relación al Vaticano II y la
reforma litúrgica que estaba en curso. Escribió muchos artículos sobre el tema
y registró en sus diarios y cartas cuán dolido estaba, sobre todo por las
anteriores reformas de la Semana Santa en 1955, la Misa dialogada, cada vez más
frecuente, y la Misa en Inglés.
En
un artículo publicado en Spectator, al inicio del Concilio, escribió:
«Participar
en la Misa no significa escuchar nuestras propias voces. Significa más bien que
Dios oye las nuestras. Sólo Él sabe quién está «participando» en la Misa.
Salvando las diferencias, yo creo que ‘participo’ en una obra de arte cuando la
estudio y la amo en silencio. No hay necesidad de gritar... Si los alemanes
quieren hacer ruido, allá ellos. Pero ¿por qué deberían perturbar nuestras
devociones?
Esa
es una idea clave: las respuestas, el inglés, dar brincos hacia arriba y abajo,
los apretones de manos, etc., perturban nuestras devociones: la importante
tarea de participar piadosamente en la Misa»
En
1965, se realizaron varios intentos de crear una organización en Inglaterra y
Gales en defensa de la Misa en latín. Después de que se publicara una carta en
el Catholic Herald, el 22 de enero de 1965, por un banquero llamado Hugh Byrne
haciendo un llamado a la formación inmediata de una organización, se formó un
grupo para poner las cosas en marcha.
El
Herald registra en 1965: “Se están haciendo esfuerzos en esta semana para
comenzar una sociedad nacional en favor de la Misa en latín en Gran Bretaña. Se
le ha pedido al Sr. Evelyn Waugh, uno de los oponentes más fuertes al uso de la
lengua vernácula, convertirse en Presidente de la Sociedad, que tendría como
objetivo promover una campaña para que haya al menos una misa latina rezada en
cada iglesia los domingos ".
Hasta
su muerte en 1966, Waugh actuó como portavoz oficioso de los conservadores,
expresando su creciente desencanto tanto al cardenal Heenan como en la prensa.
También jugó un papel decisivo, junto a Sir Arnold Lunn y Hugh Ross Williamson,
en la fundación de la Latin Mass Society
durante la Pascua de 1965.
La
primera reunión, una reunión para todos los interesados, tuvo lugar en el Hotel
Rembrandt, frente al Oratorio de Londres, el 10 de abril. Al encuentro
asistieron el organizador Hugo Byrne, Anthony Couldery, Gillian Edwards,
Catherina Hindmarsh, Geoffrey Houghton-Browne, Peter Kenworthy-Browne, Jean Le
Clercq, señorita Lowe, Ruth McQuillan, Mary Teresa Parnall y Barbara Witty,
todos los cuales estuvieron de acuerdo con formar el comité de la Sociedad
propuesta.
En
1966, la Latin Mass Society publicó un folleto, Sancta Lingua, que contenía una
antología de textos que contribuía a “poner en evidencia la angustia
generalizada que las innovaciones han causado entre los católicos” y a la vez
mostraba que los “motivos para la preservación de la Misa en latín se basaban
en consideraciones espirituales y plenamente conformes con las enseñanzas de la
Iglesia”. Junto a los documentos de la
Iglesia y artículos publicados a gusto de Evelyn Waugh, había extractos de
cartas recibidas por la LMS.
Las
preocupaciones de Evelyn Waugh y las respuestas del Cardenal Heenan a sus
cartas, han sido recogidas en un libro,
A Bitter Trial (editado por Alcuin Reid). Waugh no vivió para ver el Misal de
1970, pero a pesar de rehusar la invitación a ser presidente de la LMS,
posiblemente debido a su mala salud, siguió apoyando la organización hasta su
muerte en 1966.
Para
conmemorar la muerte de Waugh, la Latin Mass Society ha organizado hoy una
celebración de Vísperas Pontificales a las 5:30 PM en la iglesia católica de
Santa María Magdalena, en Wandsworth, Londres. Será celebrada por el arzobispo
Thomas Gullickson, actual Nuncio en Suiza, y contará con música de compositores
renacentistas como Asola y Palestrina, y del contemporáneo de Waugh Edward
Elgar.
Traducción de Luis A. Silva.
Los destacados son nuestros.
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