A
mi modo de ver, un breve y precioso compendio teológico y espiritual de la fiesta
que hoy celebra la Iglesia Católica, son estas sencillas preguntas del viejo y
siempre nuevo catecismo de San Pio X.
113. ¿Qué fiesta se celebra el jueves
después de la fiesta de la Santísima Trinidad? -El jueves después de la
fiesta de la Santísima Trinidad se celebra la solemnidad del Santísimo Sacramento
o Corpus Christi.
(Actualmente, donde no es feriado civil suele trasladarse al domingo siguiente).
114. ¿No se celebra el Jueves Santo la
Institución del Santísimo Sacramento? - La Iglesia celebra el Jueves
Santo la institución del Santísimo Sacramento; pero como entonces está ocupada
principalmente en funciones de luto por la Pasión de Jesucristo, ha juzgado
conveniente instituir otra fiesta particular para
honrar este misterio en pleno regocijo.
115. ¿De qué modo podremos honrar el
misterio que se celebra el día del CORPUS? - Para honrar el misterio
que se celebra el día del Corpus: 1°,
hemos de acercarnos con particular devoción y fervor a la Sagrada Comunión y
dar gracias con todo el afecto de nuestra alma al Señor que se ha dignado
dársenos a cada uno de nosotros en este sacramento; 2°, hemos de asistir en esta solemnidad a los oficios divinos, y
particularmente al santo sacrificio de la Misa, y hacer frecuentes visitas a
Jesús, oculto en las especies sacramentales.
116. ¿Por qué en la fiesta del CORPUS
se lleva solemnemente la Santísima Eucaristía en procesión? -En la fiesta
del Corpus se lleva solemnemente la Santísima Eucaristía en procesión: 1°, para honrar la Humanidad Santísima
de nuestro Señor, escondida en las especies sacramentales; 2°, para avivar la fe y aumentar la
devoción de los fieles a este misterio; 3°,
para
celebrar la victoria que ha dado a su Iglesia contra todos los enemigos
del Sacramento; 4°, para reparar de
algún modo las injurias que recibe de los enemigos de nuestra religión.
117. ¿Cómo hay que asistir a la procesión del CORPUS? - A la procesión del
Corpus hay que asistir: 1°, con gran
recogimiento y modestia, no mirando a una parte y a otra ni hablando sin necesidad:
2°, con intención de honrar por
medio de nuestras adoraciones el triunfo de Jesucristo; 3°, pidiéndole humildemente perdón de las comuniones indignas y de
todas las demás profanaciones que se cometen contra este divino Sacramento: 4°, con sentimientos de fe, confianza,
amor y reconocimiento a Jesucristo, presente en la hostia consagrada.
(Catecismo
Mayor. Prescrito por San Pio X, Ed. Magisterio Español, Madrid 1973, p.
150.151).
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