El papa Ratzinger definió alguna vez nuestra época como la época del pecado contra Dios Creador. La idea reaparece en un texto inédito que se acaba de publicar con el título La imagen cristiana del hombre. Para Benedicto XVI, una libertad sin arraigo en una naturaleza pensada y querida por Dios sucumbe tarde o temprano frente a otros poderes y se vuelve destructora de lo humano: la abolición del Creador conlleva la abolición del hombre. Dejo a continuación un breve extracto del artículo mencionado.
«De hecho, ahora se niega que el hombre, como ser
libre, esté de algún modo vinculado a una naturaleza que determine el espacio
de su libertad. El hombre ya no tiene naturaleza, sino que «se hace» a sí
mismo. Ya no existe una naturaleza humana: es él quien decide lo que es, hombre
o mujer. Es el hombre quien produce al hombre y quien decide así el destino de
un ser que ya no proviene de las manos de un Dios creador, sino del laboratorio
de invenciones humanas. La abolición del Creador como abolición del hombre se
convirtió entonces en la auténtica amenaza para la fe. Este es el gran desafío
que se presenta hoy a la teología. Y solo podrá enfrentarlo si el ejemplo de
vida de los cristianos es más fuerte que el poder de las negaciones que nos
rodean y nos prometen una falsa libertad».
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