lunes, 14 de julio de 2014

GÓMEZ DÁVILA Y EL PROGRESISMO ECLESIÁSTICO

En la obra de Nicolás Gómez Dávila, Escolios a un texto implícito, abundan los aforismos que, unidos entre sí como piezas de un rompecabezas, nos ofrecen una interesante panorámica del así llamado mundo eclesiástico progresista. Engendrado por los años sesenta, este mundo arrastra hasta nuestros días un desierto de infecundidad y confusión. Gómez Dávila observó atentamente este fenómeno desolador en la vida de la Iglesia y en breves sentencias logra describirlo con exactitud, elegancia y fina ironía. He aquí una selección de sus textos:

1. -El clero moderno, para salvar la institución, trata de desembarazarse del mensaje.
2. -El individuo, para “perseverar en su ser”, puede hacer concesiones, pero la idea que las haga se transforma en otra distinta.
   Si la Iglesia es meramente una agrupación de individuos interesados en defender su existencia colectiva, las concesiones hábiles le son lícitas; pero si es el vehículo  de la fe y el cuerpo de Cristo, todo aggiornamento la pervierte.
3. -La Iglesia actual excluye gentilmente del depósito revelado todo lo que la opinión pública condena.
4. -Llámase mentalidad moderna el proceso de exculpación de los pecados capitales.
5. -A fuerza de adaptarse a la “mentalidad moderna”, el cristianismo se volvió una doctrina que no es difícil acatar, ni es interesante hacerlo.
6. -La religión, bajo el influjo del clero progresista, en lugar de opio del pueblo, es su veneno.
7. -La herejía que amenaza a la Iglesia, en nuestro tiempo, es el “terrenismo”.
8. -La Iglesia contemporánea practica preferentemente un catolicismo electoral. Prefiere el entusiasmo de las grandes muchedumbres a las conversiones individuales.
9. -El teólogo moderno anhela transformar la doctrina cristiana en simple ideología de comportamientos comunitarios.
10. –La Iglesia actual no estrecha a la democracia en sus brazos porque la perdona, sino para que la democracia la perdone.

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