El
pasado 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, se cumplieron
seis años de la entrada en vigor del Motu Proprio Summorum Pontificum. Por este decreto pontificio Benedicto XVI
ofreció nuevamente a todos los fieles de la Iglesia la posibilidad de
beneficiarse de todas las riquezas litúrgicas, espirituales y pastorales que se
contienen en el misal promulgado por San Pio V. La página italiana cordialiter –blog sobre la tradición
católica- publicó un breve y preciso balance de lo que han sido estos seis años,
que ahora presento traducido al español.
Sexto
aniversario de la liberalización de la misa tradicional
Hoy
se cumple el sexto aniversario de la entrada en vigor del Motu Proprio Summorum Pontificum, que ha liberalizado
el uso del Missale Romanum de 1962.
Sin lugar a dudas, se ha tratado de un acontecimiento histórico que ya está
dando, y dará aún más en el futuro, inestimables beneficios espirituales. El
antiguo rito ya no es algo que debe ser "tolerado"; es ahora un
verdadero derecho de los fieles y sacerdotes. Benedicto XVI ha derribado la
"cortina de hierro litúrgica" que durante años ha impedido a muchos
católicos poder satisfacer sus propias aspiraciones legítimas.
¿Cómo
han transcurrido estos seis años? Para ser sincero, cuando se publicó el Motu Proprio pensaba que los detractores
de la misa tridentina se verían limitados a un ostracismo silencioso; pero no
me esperaba en absoluto una rebelión tan descarada, llegando a ejercer
presiones, amenazas y castigos en contra de los tradicionalistas, y las
manifestaciones públicas de disidencia contra el Papa. En fin ha faltado solo el aceite de ricino para
nosotros. Pero ¿cómo es posible toda esta aversión rabiosa hacia un rito
sagrado que ha nutrido innumerables almas a lo largo de los siglos? Esto indica
que la situación espiritual general es decididamente más grave de lo previsto.
Odiar la Misa de San Pío V significa estar a un paso de las tesis de Lutero.
Sin embargo, la represión no ha logrado detener el avance de la tradición. Los
fieles interesados en la liturgia
tradicional se han incrementado exponencialmente, en las librerías se han
agotado numerosos textos sobre estas materias, los centros de Misas se han
multiplicado de manera espectacular, algunas órdenes religiosas han adherido en
masa al rito antiguo, cerca de 300 obispos de todo el mundo católico han
celebrado públicamente el Santo Sacrificio de acuerdo con el usus antiquior. Por tanto el balance es
netamente positivo, visto que la situación ha mejorado claramente en relación
al pasado. Por supuesto, hay que reconocer que hay "focos de
resistencia" feroces, pero es imposible que los detractores de la antigua
liturgia puedan detener el movimiento tradicional; sería como intentar frenar
un río fuera de cauce.
Texto original: http://cordialiter.blogspot.com/2013/09/sesto-anniversario-della.html
Texto original: http://cordialiter.blogspot.com/2013/09/sesto-anniversario-della.html
La introducción de su artículo dice que "Benedicto XVI ofreció nuevamente a todos los fieles de la Iglesia la posibilidad de beneficiarse de todas las riquezas litúrgicas, espirituales y pastorales que se contienen en el misal promulgado por San Pio V.". Creo que sería más preciso decir que con Summorum Pontificum, Benedicto garantizó el derecho que los fieles siempre tuvimos, de beneficiarnos con la Santa Misa celebrada según la edición típica del Misal Romano, hecha por Juan XXIII, "promulgatam et numquam abrogatam". Hoy más que nunca hay que defender la correcta interpretación del espíritu del Motu Proprio: garantía, no "creación", de un derecho.
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