“Me
maravillo de que tan pronto, abandonando al que os llamó a la gracia de Cristo,
os hayáis pasado a otro evangelio. No es que haya otro; lo que hay es que
algunos os perturban y pretenden pervertir el Evangelio de Cristo. Pero aunque
nosotros o un ángel del cielo os anunciase otro evangelio distinto del que os
hemos anunciado, sea anatema. Os lo he dicho antes y ahora de nuevo os lo digo:
si alguno os predica otro evangelio distinto del que habéis recibido, sea anatema.
¿Busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿Acaso busco agradar a
los hombres? Si aún buscase agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo”.
(Gal 1, 6-10)
No hay comentarios:
Publicar un comentario