jueves, 27 de noviembre de 2014

SANTO TOMÁS Y EL PORQUÉ DE LA RELIGIÓN

En un texto poco conocido pero de profunda densidad metafísica, Santo Tomás nos ofrece una admirable fundamentación ontológica de la religión. Por el hecho mismo de ser creatura, el hombre no puede entenderse sino como “ligado” a su Creador, fuente originaria de su ser, y en tensión permanente hacia Él.

“Para poder conocer la naturaleza de la religión, indaguemos el origen de su nombre. El nombre de religión, como parece indicar Agustín en el libro “De la religión verdadera”, ha sido tomado de ‘religar’. Ahora bien, en sentido propio se dice que ‛está ligado’ aquello que está sujeto de tal manera a una cosa que su libertad de separarse de dirección de otras cosas queda suprimida. Pero ‛religazón’ (religatio) implica una nueva ligazón (ligatio), e indica que algo está otra vez ligado a aquello a lo que estuvo unido primeramente y de lo cual comenzó luego a separarse. Y puesto que toda criatura existía en Dios antes de existir por sí misma y de haber salido de Dios, y comenzó en cierto modo a estar separada de Él según su esencia en virtud de la creación, por eso es que la criatura racional debe ser religada a Dios mismo, para que de ese modo “los ríos reviertan al lugar de donde fluyeron” (Eccl. I 7). Y por eso dice Agustín en “De la religión verdadera”: ‛la religión nos religa al Dios omnipotente’.”
Santo Tomás de Aquino, Contra impugnantes Dei cultum et religionem, Prol. Cap. 1, 1.

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