sábado, 10 de mayo de 2014

EL ABAD DE FONTGOMBAULT Y LAS RAZONES DE UNA OPCIÓN

En un interesante coloquio con el semanario La Nef, Dom Jean Pateau, superior de la abadía benedictina de Fontgombault en Francia, aduce motivaciones convincentes acerca de la opción preferencial por la forma extraordinaria del rito romano que anima la vida litúrgica de esta vigorosa comunidad. En su pensamiento creo advertir dos razones de fondo al respecto: la forma extraordinaria es más contemplativa y más integral; más contemplativa por su silencio y recogimiento; más integral porque incorpora de modo más radical a la totalidad de la persona –alma y cuerpo- en la participación litúrgica. He aquí un extracto que me interesa señalar:

La Nef: La abadía de Fontgombault es la más antigua de las fundaciones de Solesmes y ha optado por mantener la forma extraordinaria del Rito Romano: ¿por qué esta elección?

“La forma extraordinaria ha sido preferida y lo sigue siendo porque nos parece particularmente adecuada a la vida monástica. Señalemos dos puntos determinantes. El carácter más contemplativo de la celebración promueve la dimensión vertical de la liturgia. Los momentos de silencio del ofertorio y del canon se vuelven en este contexto más propicios a la interioridad. Y aunque no se trate de algo propio de esta forma, es preciso añadir sobre este punto el hecho de que no se utilice habitualmente la concelebración y que se diga la Misa “vueltos hacia Dios”. En segundo lugar, cosa que podría parecer paradójica, yo destacaría la participación del cuerpo requerida por tantos gestos: genuflexiones, inclinaciones, signos de la Cruz. A partir de la consagración, estos gestos realizados sobre las especies del pan y del vino, vuelven a reclamar la atención del sacerdote sobre Cristo realmente presente en el altar. En la tradición monástica, el cuerpo está asociado ampliamente a la oración. La vida del monje es una liturgia. A condición de dar a cada uno de los gestos señalados por el Ritus sevandus su consistencia de sentido espiritual, su orientación a Dios, el cuerpo, en la forma extraordinaria, se asocia de manera particularmente intensa al espíritu y al alma, encarnando la palabra, manifestando la humildad de aquel que celebra frente al misterio de un Dios presente".

Enlace a la entrevista completa en francés:
http://www.lanef.net/t_article/abbaye-de-fontgombault-rayonner-la-joie-25921.asp

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