“Madre querida por todos
nosotros, te entrego aquí en tu Santuario de Fátima, la Rosa de Oro que he
traído desde Roma, como regalo de gratitud del Papa, por las maravillas que el
Omnipotente ha realizado por tu mediación en los corazones de tantos peregrinos
que vienen a esta tu casa materna”. (De
la oración de Benedicto XVI a Nuestra Señora de Fátima, mayo-2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario