sábado, 26 de marzo de 2016

REFLEXIONES DE SEMANA SANTA. JESÚS MUERTO

“Ha muerto ya el Redentor. Este cadáver que descuelgan Nicodemo y José de Arimatea, lívido, sin una gota de sangre, es la Víctima de nuestra maldad. Fueron nuestros pecados los que le mataron. No bastará, por eso, todo nuestro llanto para embalsamarlo dignamente. Pero los afectos, que suben del corazón ante Jesús muerto, no son para expresarlos en voz alta. Dígaselos cada uno a este Dios que nos escucha y forme, en su presencia, los propósitos que considere oportunos”. (San Josemaría Escrivá, Apuntes de una meditación sobre la Pasión de Cristo, 1937)

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