sábado, 28 de julio de 2018

LA MISA DE GRANDES SANTOS

Santuario de Nuestra Señora de Lichen, Polonia

  El pasado 18 de julio, Mons. Guido Pozzo, presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, celebró la Misa de clausura de las Jornadas Ars celebrandi 2018. Se trata de uno de los eventos formativos más importantes para enseñar y difundir las riquezas de la antigua liturgia. Se lleva a cabo todos los años en Polonia, durante la época estival, junto al espléndido Santuario de Nuestra Señora de Lichen, dedicado a la Virgen de los Dolores. 
Al comienzo de su homilía, Mons. Pozzo se refirió a los tesoros que la misa tradicional guarda y ofrece a los afanes misioneros de la Iglesia de hoy (ella ha forjado grandes santos en la historia de la Iglesia), como también a la fuerza santificadora de cada unos de sus gestos y oraciones.

Misa Pontifical de Monseñor Pozzo

«Todos sabemos –dijo Mons. Pozzo en su sermón– que la liturgia es la realidad en la que se actualiza el acto de la salvación y la manifestación del misterio de Cristo y del misterio de la Iglesia. La forma litúrgica del «Vetus Ordo» contiene en sí de manera maravillosa un tesoro doctrinal, espiritual y pastoral que la Tradición ofrece a la Iglesia contemporánea. Iglesia que quiere ser misionera. No debemos olvidar que la Misa celebrada en el antiguo Rito Romano fue la misa de misioneros celosos, de intrépidos seguidores de la fe, de venerables pastores, de mártires valerosos
En la Misa celebrada según el Vetus Ordo, cada palabra, cada momento de silencio, cada gesto y cada rito está lleno de una tensión verdaderamente sobrenatural que dilata el alma de los fieles para que puedan recibir la gracia de Dios. Es Dios el protagonista, el primero que trabaja en la Santa Misa, no la comunidad o el celebrante. Dios es el único actor que derrama su gracia para que podamos recibirla, acogerla, guardarla y hacerla fructificar».

Confiados a la intercesión de esa gran muchedumbre de santos y santas que se nutrieron con la piedad de la misa tradicional, oramos para que el Vetus Ordo siga fecundando la misión de la Iglesia, y abunden los sacerdotes que quieran concluir la celebración eucarística inclinados humildemente sobre el altar, repitiendo con fe: «Pláceat tibi, sancta Trinitas, obséquium servitútis meæ…».

Fuentes: messainlatino.it, con un hermoso video-resumen de la Misa Pontifical y arscelebrandi.plcon el texto de la homilía en polaco.



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