Dice una rúbrica de la Misa antigua que después de ofrecer el Cáliz el sacerdote hace
un signo de la cruz con el mismo Cáliz y lo posa luego sobre los corporales. En
este gesto, desgraciadamente desaparecido en la forma ordinaria del rito romano
junto a otros tantos signos de la cruz, Jean Daniélou, cardenal y teólogo de
renombre, ve una profunda significación litúrgica que revela un aspecto central
del Santo Sacrificio de la Cruz renovado en la Santa Misa: su carácter universal y
cósmico.
“Este
aspecto universalista de la Cruz –dice Daniélou-está simbolizado, en la Misa,
en el momento en que el sacerdote, después de haber ofrecido el Cáliz diciendo pro totius mundi salute –“por la
salvación del mundo entero”-, traza con él un gran signo de la cruz sobre el
corporal. Por este gesto toma posesión –en cierto modo, y en nombre de la Cruz-
de todo el mundo, representado por las oblata,
por las ofrendas, y lo consagra de este modo al Padre por el signo de Cristo.
Este signo de la Cruz, pro totius mundi
salute, viene a significar el carácter cósmico de la salvación: señala los
cuatro puntos cardinales, abarcando en sí todos los pueblos: los del Norte y
los del Mediodía, los de Oriente y los de Occidente; ése es el totius mundi, por el cual se ofrece el
sacrificio de la Misa, el sacrificio de la Cruz”.
Este
simbolismo, si se encontrara aislado podría parecernos un tanto extraño y
misterioso, y podríamos preguntarnos si realmente a este gesto corresponde tal
significación, pero es interesante comprobar que es un tema tratado con
frecuencia por los Santos Padres. La idea de que la Cruz representa el carácter
universal del sacrificio de Cristo aparece en varios pasajes muy notables”. (Jean
Daniélou, Trilogía de la Salvación,
Madrid 1964. p. 229)
https://www.youtube.com/watch?v=DDpgUr_tBhQ
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