sábado, 26 de julio de 2025

LOS OJOS DEL AMOR

Santos Joaquín y Ana con la Virgen y el Niño

Ubi amor ibi oculus: Donde está el amor allí están los ojos, decía Ricardo de San Víctor. El amor nos enseña a mirar con atención y dulzura; busca siempre la presencia del amado y se complace en su contemplación; casi no tiene ojos para nadie más. 

En esta piadosa pintura hay un juego de tiernas miradas entre los abuelos de Jesús –San Joaquín y Santa Ana–, la Virgen Madre y el Niño Dios, como si el cariño mutuo circulara a trevés de sus ojos. Se comprende que la familia sea el ámbito primordial donde se aprende a querer y a mirar.




 

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