Capilla donde San Juan Bosco celebró
su última misa.
La presencia real de Jesucristo en el Sagrario siempre ha ejercido una
fuerza de atracción irresistible en el corazón de los santos. Así se entiende
la alta estima que San Juan Bosco tenía por la visita al Santísimo Sacramento
como medio necesario y eficaz en nuestra lucha cristiana. A todos solía repetir sin cesar:
«¿Queréis que el Señor os conceda muchas gracias? Pues visitadlo con
frecuencia. ¿Queréis que os conceda pocas? Visitadlo pocas. ¿Queréis que el
demonio os asalte? Visitad raramente a Jesús Sacramentado. ¿Queréis que el
diablo huya de vosotros? Visitad con frecuencia a Jesús. ¿Queréis vencerle?
Refugiaos muchas veces a los pies de Jesús. ¿Queréis, por el contrario, ser
vencidos? Dejad de visitar a Jesús. Carísimos míos, añadía, la visita a Jesús
Sacramentado es un medio necesarísimo para vencer al demonio. Id, pues, con
frecuencia a visitar a Jesús, y el demonio no podrá nunca nada contra vosotros».
(Cf. Antonino de Castellammare, El alma Eucarística).
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