domingo, 7 de julio de 2024

NECESIDAD DE SUMMORUM PONTIFICUM

Hace 17 años el Papa Benedicto XVI ponía generosamente al alcance de todos el rico tesoro del misal de San Pio V. Hoy, por el contrario, muchos quieren volver a enterrarlo -es demasiado seductor-, o simplemente permitirlo como golosina para grupos acotados que, como niños caprichosos, se obstinan en reclamarlo. Benedicto XVI, inteligente y visionario como pocos, percibió desde un primer momento que la prohibición del rito antiguo ponía en entredicho la misma fidelidad de la reforma a la tradición litúrgica plurisecular de la Iglesia. Por eso siempre se opuso a la restricción del viejo misal. Pocos meses antes de la publicación del motu proprio Summorum Pontificum y muy en sintonía con el Papa, Dom Christopher Zielinski OSB, comentaba que «el rito antiguo se convierte en un tesoro vivo de la Iglesia y proporciona también un criterio de devoción, de misterio y de catequesis hacia el que deberían encaminarse las celebraciones del Novus Ordo. En otras palabras, la misa tridentina es el eslabón perdido; y hasta que no sea redescubierta en toda su fiel verdad y belleza, el Novus Ordo no se ajustará al crecimiento orgánico y al cambio natural que ha caracterizado a la liturgia desde sus inicios».* Es exactamente lo que buscaba el Papa Ratzinger; a su vez, intentaba crear una atmósfera de mutua comprensión que fortaleciera la reconciliación al interior de la Iglesia. El gran Benedicto, que ya goza del esplendor de la liturgia celestial, nos ayude a hacer fructificar su valioso legado doctrinal y litúrgico.

*Cf introiboadaltaredei.wordpress.com /2007/05/


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