¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar
privilegiado para transmitir la fe!
Copio esta reflexión
del Papa Francisco sobre los santos Joaquín y Ana, padres de la santísima
Virgen María, donde destaca el rol fundamental de la familia como lugar de excepción en la transmisión de la fe.
"Hoy
la Iglesia celebra a los padres de la Virgen María, los abuelos de Jesús: los
santos Joaquín y Ana. En su casa vino al mundo María, trayendo consigo el
extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción; en su casa creció
acompañada por su amor y su fe; en su casa aprendió a escuchar al Señor y a
seguir su voluntad.
Los
santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido el
amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María que acogió en su seno al
Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros.
¡Qué
precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la
fe! Refiriéndome al ambiente familiar quisiera subrayar una cosa: hoy, en esta
fiesta de los santos Joaquín y Ana, se celebra, tanto en Brasil como en otros
países, la fiesta de los abuelos. Qué
importantes son en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de
humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad. Y qué importante es el
encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia. El
Documento conclusivo de Aparecida nos lo recuerda: "Niños y ancianos construyen
el futuro de los pueblos". (Papa Francisco, Río de Janeiro 26 de julio de 2013).
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